Empanadico de calabaza
La receta es de Cecilia del Foro del pan. Ella, que es tan amable, me ha dado permiso para subirla al blog. La calabaza es un regalaco de Roser que nos visitó recientemente y se vino con dos ejemplares como la grande que podéis ver en la foto. Una calabaza harinosa y melosa que está muy rica. O sea que os tengo que dar las gracias chicas, tanto a Cecilia por la receta como a Roser por el ingrediente principal de esta joya de plato.
La calabaza de la izquierda es la que me regaló Roser. La de la derecha es una calabaza de la variedad Potimarrón |
¿Y por qué el empanadico? Pues porque un día viendo la TV3 catalana hará dos veranos salió Tolva, un pueblo de Huesca y sacaron un obrador de panadería en el que hacían una especie de coca de carbassa (carbassa es calabaza en catalán) pero ni dijeron el nombre del plato, ni dieron receta ni nada. Pasado bastante tiempo busqué "coca de carbassa" en la web y seguí buscando pero sólo me salían bizcochos :-)
Me fui a imágenes (en google) y de repente vi una que me recordó a la que había visto en la tele. Era un empanadico o empanadón de calabaza y que es un dulce típico de Huesca. Indagando, indagando, pude encontrar el video que os pongo más abajo y, posteriormente, Juantxo me pasó el enlace con la receta de Cecilia.
Así hemos podido dar otra utilidad a las calabazas de la cesta de verduras. Un postre sano, sin grasas saturadas ni colesterol, sin leche ni huevo y que está muy rico.
Así hemos podido dar otra utilidad a las calabazas de la cesta de verduras. Un postre sano, sin grasas saturadas ni colesterol, sin leche ni huevo y que está muy rico.
A continuación, os detallo cómo lo he hecho yo.
INGREDIENTES para 1 empanadico grande
- Para la masa
- 380 g de harina de trigo blanca del Rincón del Segura
- 230 g de agua
- 115 g de azúcar moreno integral de caña (Rincón del Segura)
- 100 g de aceite de oliva virgen
- 1 cucharadita colmada de anís verde (especia)
- la peladura de 1 naranja (las naranjas también fueron un regalo de Roser)
- Para el relleno
- 400 g de calabaza pelada y en láminitas finas
- 2 cucharadas soperas de azúcar mezcladas con 1 cucharadita de canela en polvo
- un puñadín de piñones (unos 20 g)
- un puñadín de pasas (unos 40 g)
- aceite de oliva virgen y azúcar moreno para espolvorear la masa y la calabaza
Necesitaréis además: un colador, una cuchara de madera, un rodillo, una bandeja de horno y papel de hornear.
ELABORACIÓN
Colocamos la harina en un bol y reservamos.
Ponemos a hervir el agua con el aceite, el azúcar, el anís y la peladura de naranja. Lo dejamos que hierva 10 minutos.
Colamos directamente el líquido sobre la harina y removemos rápidamente con la cuchara de madera. No metáis las manos porque os achicharraréis. Seguimos moviendo hasta que pierda el calor y en cuanto ya no queme (pero sí esté caliente) la sacamos a la superficie de amasado y amasamos bien. Es una masa blandita que se amasa muy bien y no se pega prácticamente a las manos. La masa la dejamos en un bol tapada con un trapo durante unos 10 minutos.
Precalentamos el horno a 180º C.
Sacamos la masa del bol y comenzamos a estirarla con el rodillo. Yo la estiré directamente sobre el papel de hornear y así no añadí nada de harina extra.
Una vez estirada se espolvorea la mitad superior (los bordes no) con la mezcla de azúcar y canela y encima ponemos un chorrito de aceite de oliva. Sobre esto ponemos la calabaza a la que también echaremos la mezcla de azúcar y canela y también, aceite de oliva. El azúcar y el aceite según vuestro gusto.
Doblamos la masa inferior sobre la calabaza como para hacer una empanadilla gigantesca y unimos los bordes.
Recortamos los bordes con ayuda de un cortapizzas o con un cuchillo. Alisamos un poco el borde y lo doblamos hacia arriba. Le hacemos cinco agujeritos (igual que el cinco de los dados) a la parte superior. Con los recortes hacemos dos macarrones largos y los colocamos como un aspa sobre el empanadico para adornarlo.
Introducimos el empanadico en el horno durante 20 minutos a 180º C. Después subimos la temperatura a 220º C y lo dejamos unos pocos minutos más para que se dore y coja color. Estad atentos que no se os queme :-)
Lo he sacado a una rejilla, lo he espolvoreado con un poco de azúcar moreno y lo he dejado toda la noche a temperatura ambiente. Lo he catado en el desayuno, ¡¡¡¡Qué bueno!!!
¡¡¡¡Buenísimo!!!
Los que hoy han tenido la suerte de probarlo han dicho que está muy rico con una mezcla de sabores que resulta sorprendente. ¿Repetiremos el domingo? Quizás, quizás, quizás...
Román en uno de los comentarios nos comenta que este dulce, que en otras zonas (Robres, Huesca) se llama empanadón, se degustaba calentito. No calentito recién sacado del horno sino, al día siguiente se calienta antes de servirlo. Probad, que seguro que os encanta.
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