Pan de trigo sarraceno sin gluten (50% harinas - 50% almidones)
¡¡¡Esta vez siiiiiiiii!!!
Contentísima con el resultado. Las mejoras son evidentes de un tiempo a esta parte. En la anterior versión de este intento os presenté un pan con "defectillos estéticos", pero aquí está la receta mejorada con cambios y un sabor espectacular. Este pan se conserva una semana perfecto y de hecho, le pasa un poco como a los panes de centeno que mejoran con un reposo de hasta 48 horas antes de cortarlo. La miga no se seca ni se desmiga. Es una pasada.
INGREDIENTES para dos hogacitas de medio kilo cada una
- 410 g agua
- 10 g vinagre de manzana
- 24 g aceite de oliva virgen
- 180 g de masa madre de trigo sarraceno (100% hidratación)
- 6 g levadura fresca (tenemos una temperatura de 22º C en la cocina)
- 122 g almidón de yuca (Yoki)
- 122 g fécula de patata (Santiveri)
- 85 g de harina de trigo sarraceno (Bauckhof, Dayelet)
- 61 g de harina de arroz (molido en casa)
- Semillas: un puñado de semillas de sésamo y otro de lino
- 13 g de psyllium (Rettenmaier Ibérica)
- 10 g de semillas de chía molidas
- 10 g sal
ELABORACIÓN
Ponemos todos los ingredientes en la cubeta de la amasadora.
Tiempo total de mezclado: 14 minutos: un minuto a velocidad 1, siete minutos a velocidad 4 y los últimos seis minutos a velocidad 1.
Primera fermentación: Dos horas y media a temperatura ambiente en un bol tapada con un gorro de ducha.
Formado: Sacar la masa a una superficie enharinada con harina de arroz. Dividirla en dos trozos. Formaremos una bola suavemente sin desgasificar ni apretar la masa. Dejamos cada masa en un banetón enharinado con harina de arroz. Tapamos con gorros de ducha.
Segunda fermentación: Algo menos de dos horas en nevera.
Echamos agua sobre la bandeja del suelo del horno y horneamos los primeros 15 minutos sólo con calor desde abajo (220º C).
Otros 45 minutos con calor arriba y abajo (200º C).
Y por último, otros 10 minutos con el horno apagado y la puerta del horno entreabierta.
Sacamos el pan y enfriamos completamente sobre rejilla.
VALOR NUTRICIONAL por rebanada de unos 53 g aprox.
- Energía: 104 kcal
- Grasas totales: 1,8 g de las cuales:
- 0,2 g grasas saturadas
- 0,5 g de grasas monoinsaturadas
- 0,5 g de grasas poliinsaturadas
- Hidratos de carbono totales: 20,8 g (2 raciones de HC) y de los cuales:
- 2 g fibra
- 0,3 g azúcares sencillos
Los panes elaborados únicamente con almidones tienen un valor nutricional muy pobre. No aportan prácticamente ningún nutriente más allá del almidón y alguna traza de hierro que es prácticamente anecdótica. Por este motivo, es interesante enriquecerlos con ingredientes como el trigo sarraceno, las semillas (lino, chía, sésamo) y el psyllium que incrementan su valor nutricional, además de su sabor y presencia.
Este pan es un gran aliado en las dietas libres de gluten en cuanto a su contenido en fibra, ácidos grasos omega 3, hierro, magnesio, manganeso, cobre, fósforo y en menor medida de zinc. También aporta cantidades del orden del 4% de las necesidades diarias de tiamina (B1), niacina y vitamina B6. Teniendo en cuenta además, que no comemos una sola rebanada de pan al día, podemos afirmar y afirmamos que este pan es un alimento sumamente interesante para todo el público en general ya que todos no podemos presumir de tomar cada día toda la fibra, omega 3 y elementos minerales como el zinc, el magnesio, o las vitaminas B1 y B6 que necesitamos.
¡Buen provecho!
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