Traigo el resumen de una crónica de panaderos aficionados que queremos al buen pan por encima de todas las cosas. Además, os daré mi punto de vista totalmente "condicionado" como buena amante de las masas que soy.
Ayer sábado 17 de septiembre en la "ikas" de Iturburu en Éibar tuvo lugar el gran acontecimiento. Nos juntábamos nada menos que 13 de los integrantes del blog "Irinak eta Urunak" para compartir experiencias y currar de lo lindo. A ver si, como dice Juantxo, quedamos algún día para algo que no sea currar : )
Acontecimientos como estos no ocurren todos los días ni es fácil poder juntar a tanta diversidad de población repartida por toda la geografía, con profesiones diferentes, etc. Pero, a mí lo que me mola de estas cosas, es que por muy diferentes que sean nuestros trabajos, nuestras inquietudes o nuestras aficiones, hay algo que nos ha unido a todos y que es, el pan con masa madre. Desearía poder transmitiros mi alegría y la emoción de ese compartir con este grupo que para mí, ya es como mi familia. Así, tengo repartidos unos cuantos "primos y primas" por Castellón, Urretxu, Azpeitia, Zarautz, etc y, estoy encantada de poder acudir a las reuniones "familiares" sobre todo si es para hacer pan y darnos un homenaje gastronómico. Además, quiero hacer una mención especial a Roser, a quien su amor por el pan y una fuerte amistad le han animado a recorrerse unos cuantos kilómetros desde Castellón para compartir con todos nosotros una jornada panadera y un fin de semana inolvidable.
Ayer, a Juantxo y a mí nos tocó ser los anfitriones y dirigir un poco a la orquesta. Él ha estado cuidando cada detalle para conseguir que todos se fueran con su pan bien formado, crujientito (de ahí lo de "kris-kras", por el sonido del pan crujiente) y calentito aún a sus destinos. Si ayer nada falló es por su trabajo, su meticulosidad y su santa paciencia. El horno que empleamos es un horno industrial de convección (aire) extremadamente potente y que ya nos hizo una jugarreta con una pizza que casi nos carbonizó en dos minutos. Juantxo ha hecho un profundo trabajo de investigación y finalmente consiguió que al pan se abriera una greña estupenda, que cogiera un color impecable y que no se chamuscara. Previamente habíamos quedado en dos ocasiones para hacer pruebas para tantear al horno y discutir sobre posibles soluciones. Yo, andereño "consorte", atendí a mis invitados para que todos quedaran contentos y satisfechos de la jornada. Creo que nadie se fue decepcionado.
¿La recompensa? Los 11 panarracos de kilo impresionantes que horneamos, todos y cada uno de los comentarios que se hicieron "¡mira cómo se abre la greña!", "¡ay, qué doradito está!". El ver las chispas de alegría en los ojos cuando escuchaban el "kris-kras" del pan, que nos contaran lo que en casa "les sale" o "no les sale" o "les sale peor", todas las preguntas "¿por qué, por qué, por qué....?" Estos momentos no tienen precio.
Desde aquí os mando saludos y besos a todos y todas por haber tomado parte, por ser tan buenos "alumnos", por aportarnos tantas cosas ricas y porque ya somos la gran familia de "Irinak eta urunak". Besitos a todos.
25 comentarios
Publicar un comentario en la entrada