Crostata sin gluten con crema frangipane y melocotón amarillo
Receta del blog Noglu y un poquito adaptada para disfrute del personal y propio. Me encantan este tipo de masas, crujientes, sabrosas y caseras que se preparan fácilmente y que quedan siempre bien.
Simona explica en su blog que ella ha obtenido esta receta de la masa del libro de Shauna James Ahern titulado “The Gluten Free Girl and the Chef”. Confieso que me gusta mucho su blog y la manera en la que explica las cosas, de forma sencilla y sin complicaciones.
Según Shauna para obtener un buen resultado, el secreto está en emplear más de una harina sin gluten y ella aconseja mezclar al menos tres harinas. La primera debe ser integral para darle una base sólida y puede ser una harina de arroz integral o de sorgo. La segunda debe ser un almidón para aligerar la masa (de patata, yuca o maizena). En mi opinión, el almidón es lo que le le aporta manejabilidad a esta masa de crostata, junto con el huevo y la mantequilla. La tercera harina debe aportar sabor y personalidad a la masa: puede ser cualquiera, la que más os guste: amaranto, avellanas, almendra, coco, mijo, quinoa, tef o, como en esta receta, harina de trigo sarraceno.
Ingredientes para la base de una tarta de 20 cm de diámetro
- 100 g harina de arroz integral (Bauckhof o molida en casa)
- 40 g fécula de patata (Santiveri)
- 40 g harina de trigo sarraceno (Bauckhof, Dayelet o molida en casa)
- 30 g azúcar integral de caña
- una pizca de sal
- 1 huevo
- 100 g mantequilla (Las Nieves, Burgos)
- (opcional) 1 cucharada de agua helada
Ingredientes de la crema frangipane
- 100 g almendra molida fina
- 85 g mantequilla (Las Nieves, Burgos)
- 100 g azúcar integral de caña (molido en la thermomix o en un molinillo de los de café). Para mi gusto queda muy dulce y creo que se podría rebajar a la mitad de cantidad y poner un poquito más de almendra molida
- 1 huevo
Preparación de la masa
Untaremos el molde con mantequilla y lo espolvorearemos de harina de arroz. En el bol de la amasadora mezclaremos las harinas y añadiremos la mantequilla fría cortada en cuadraditos. Mezclamos con la pala amasadora dándole cañita (velocidad 4-5) para intentar que se integre en el menor tiempo posible y que aumente su temperatura. Añadiremos el huevo ligeramente batido y si fuera necesario 1 cucharada de agua. No debe quedar una masa dura. En la receta original recomienda formar una bola y envolverla con film transparente y dejarla que repose al menos durante una hora. Yo he preferido estirarla con las yemas de los dedos y jugar con la nevera para irla enfriando y que no coja calor. Es decir, estirar un poquito y meter en nevera; estirar otro poquito y nevera. Sacar y seguir estirando hacia las paredes para subirla por las paredes (tú no, la masa ¿eh?). Dejaremos una altura como de unos 2 cm. Podéis espolvorear un poco de la almendra molida para ayudaros a estirarla, pero no se pega y se maneja bien.
Extenderemos la masa sobre una superficie bien enharinada y forraremos el molde.
Preparación de la crema frangipane
Montamos el azúcar y la mantequilla hasta obtener una crema de color blanquecino. Añadiremos el huevo ligeramente batido a continuación. Añadiremos la almendra molida sin dejar de batir.
Montaje de la tarta
Precalentamos el horno a 180º C y cuando haya alcanzado la temperatura procederemos a su montaje. Para el adorno vamos a necesitar:
- 1 melocotón amarillo pelado y cortado en rodajas
- unas gotas de zumo de limón añadidos por encima del melocotón para evitar que se oxide
- azúcar de caña para espolvorear
Echamos la crema frangipane sobre la masa y la extendemos con ayuda de una espátula. Encima colocamos las rodajas de melocotón con cuidado y espolvoreamos con un poquito de azúcar de caña.
Hornearemos 35 minutos a 180º C. Esperaremos que se enfríe un poquito antes de desmoldarla. Dejaremos sobre una rejilla hasta enfriar completamente.
¡Espectacular!
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