Lard cake de Dan Lepard


Muy buenas tardes!!
Desde que conozco el libro de Dan Lepard "The handmade loaf" tenía echado el ojo a esta receta que me pareció curiosa tanto la receta en sí, como la fotografía del pan. Juantxo y yo nos habíamos propuesto hacerla, si bien, en esta ocasión y sin que cree precedente, me he adelantado ¡por una vez!. Estuvimos el fin de semana comentando la traducción, lo peculiar de este pan... Ibán me ayudó con la cantidad de levadura. O sea que éste es un pan de equipo.
La traducción de "Lard cake" al castellano sería algo así como pan o bollo de manteca, pero, más se parece a un bollo que al pan, tal y como lo entiendo yo.

Me dió un arranque de locura ayer y me tiré hasta las dos de la mañana horneando el susodillo bollo de manteca. No me arrepiento de haber perdido alguna horita de sueño porque el olor que había en casa esta mañana a pan dulce era para morirse.

Ingredientes:

  • 500gr. de harina panificable
  • 1 cucharilla y media de sal marina fina (aprox 10 gramos)
  • 200gr. masa madre blanca
  • 250gr. agua a 20ºC
  • 10 gramos de levadura fresca, desmenuzada
  • 150gr. de manteca de cerdo
  • 150gr. de azúcar glacé
  • Nuez moscada rallada
  • 2 cucharadas azúcar glacé para espolvorear

En un bol grande, mezcle la harina y la sal. En otro, batir juntos la masa madre, el agua y la levadura. Vierta el líquido en los ingredientes secos y mueva hasta tener una masa suave, pegajosa. Elimine los restos de masa de los dedos con la espátula y échelo al bol, cúbralo y déjelo 10 minutos.

Frote 1 cucharadita de aceite de oliva en la superficie de trabajo y amase sobre la superficie engrasada 10 segundos, dándole forma de bola. Limpie y seque el bol y úntelo con aceite (una cucharadita). Devuelva la masa al bol, cúbrala, y déjela otros 10 minutos. Saque la masa, amase una vez más sobre la superficie engrasada, volviendo a darle forma de bola Devolverla al bol, cubrirla, y tenerla 1 hora en un lugar templado (21-25ºC).

Sobre una Superficie de trabajo enharinada, estire la masa hasta que sea un rectángulo de 1,2 centímetros de ancho. Corte la manteca de cerdo y extiéndala sobre las dos terceras partes de la masa. Espolvoree el azúcar uniformemente sobre la manteca de cerdo, luego doble el tercio restante de la masa para cubrir la mitad que contiene la manteca y el azúcar y, de nuevo doble la mitad de abajo hacia arriba (como si fuera una carta). Toda la manteca de cerdo y el azúcar deberían quedar cubiertos dentro de la masa. Compruebe que la masa esta ligeramente enharinada por ambos lados, luego éstirela con cuidado hasta que sea otra vez un rectángulo de 1,2 centímetros de ancho. Doble la masa en tres una vez más, luego cúbrala con un paño y déjela en un lugar fresco durante 30 minutos.

Estire la masa sobre la superficie de trabajo hasta que sea un rectángulo de 1cm de grueso. Enrolle la masa a partir de un extremo en un cilindro apretado, luego déjela sobre la superficie de trabajo, cubierta, durante 10 minutos.

Forrar un molde de 25 cm redondo desmontable con papel vegetal. Utilizando un cuchillo afilado, corte el cilindro de masa longitudinalmente. Entonces, con la superficie de corte hacia arriba, haga una espiral con la masa. Ahora viene la parte más complicada, la masa es blanda por la manteca que hemos añadido. Hay que levantar esta espiral y arrojarla con seguridad al interior del molde, con "el lado del corte hacia arriba". De todas formas, Juantxo me sugirió que si el molde es desmontable, se puede enrollar la espiral sobre la base del molde y te ahorras el levantar la masa blandita. Cubra la cazuela y deje la masa en un lugar caliente (25º C) durante 1 hora o hasta que casi haya doblado su volumen.

Precaliente el horno a 200 º C. Rocíe la nuez moscada sobre la masa, luego espolvoree la superficie con 2 cucharadas de azúcar glacé. Hornee en el centro del horno durante 20 minutos, luego reduzca la temperatura a 175 º C y hornee durante otros 40 minutos, o hasta que la parte superior tenga un bonito color marrón oscuro casi como “quemado”. Deje la torta enfriándose en la cazuela durante 15 minutos antes de transferirla con cuidado a una rejilla. Para almacenar, envuelva en papel encerado.

La masa subió de forma espectacular. Todo el proceso dura unas 4 horas siempre y cuando la masa madre esté lista. Yo la puse cerquita del radiador y se animó a burbujear como una loca. El molde que utilicé es de 26 cm (lo he comprado la semana pasada en el Lidl, me costó 8€ y ¡no se pega absolutamente nada!).

Espero que os animéis a hacerlo. El comité de catadores ha sido contundente y no ha habido nadie que le haya sacado un pero. Repetiremos este "Lard cake" que es un primo lejano de la torta de chicharrones.
De momento, voy a ver si envío esta receta al blog de Susan en su apartado "Yeastpotting" porque creo que éste sí merece la pena.

Juantxo, gracias por la traducción ya hecha. Me has ahorrado un montón de trabajo. Musus.

Bon apetit!

6 comentarios

  1. Ogiaren istorioari jartzen diozun gogo haundi horrekin laster okin haundien altueran egongo zarela, ez dut inongo zalantzarik. Kriston itxura eta kolorea ditu. Pena bakarra dut, dastatu zeundetenean bertan ez egotea. Poztu nau mogollon, nire blogean baino lehenago sarrera hau, zure blogean ikustea. Argazkiei begira ta begira nago eta konturatu naizenerako teklatua adurrez beteta zegoen. Ez da gozoegia izango, ezta?
    Muxu bat polittori eta mila errezeta bidaltze arren.
    Muuaaka

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  2. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Diosssssssssssssssssss.. ...que pezado de pan!!!!!!!! mas wenooooooooo.... no puedo mirarrrr..... y yo voy y me pongo a dieta ...... no es justoooooo ....buuuuaaaa.... con lo que me gusta el pan... jejeje ..... y este tiene que estar divino de la muerte...besos guapa.....

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  3. Mila esker errezeta bidaltzearren esatea nahi nuen.
    Muxu bat

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  4. Muchas gracias por participar en YeastSpotting con este pan muy rico y bonito!

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  5. Parece divino!

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  6. No recuerdo dónde leí una muy interesante reflexión acerca de la curiosa relación entre la ensaimada y el lard cake, habida cuenta del presencia británcia en Baleares. La idea que subyacía eran los inesperados vericuetos por los que transitan las tradiciones gastronómicas; panes enrollados de manteca de cerdo... El otro día me regaló Javier (de MTM) una buena sobrasada mallorquina, y aprendí que una manera típica de comerla es sobre pan con miel, una mezcla agridulce que "rechinaría" a más de un paladar español, pero que, sin duda, haría las delicias del gusto británico (y centro-noreuropeo) por lo agridulce: curioso, curioso.
    Un panazo!
    Qué K-chondilla eres, Yeastpotting, ¡a lo loco!!! ;)

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