Queso vegano semi-blando con cebollino (2 semanas maduración)
Bueno,
nueva etapa.
Estamos aprendiendo a hacer queso vegetal elaborado únicamente con productos vegetales. Parece increíble, pero se puede. No busquéis un queso idéntico al lácteo porque es otro producto totalmente diferente, es otra historia. Sin embargo, para nosotros es otra alternativa más a la lista de productos que consumimos en este momento .
Conocí los quesos veganos de oído y tuve oportunidad de probarlos en Mamá Kokore hace varios meses gracias a Lucía. Ella me comentó que son quesos a base de anacardos y que se emplea el rejuvelac para fermentarlos. Me quedé con la copla, es decir, con el palabro "rejuvelac" y me fui a investigar a internet a ver cómo se hace, para qué se utiliza y sobre todo, cómo se hace queso vegetal con él. Y en eso estoy. A ver si aprendo.
No busquéis una receta de placer inmediato porque esto de los quesos es de las cosas que puede ser fresco y obtenerlo en unos pocos días o puede ser muy largo y durar varias semanas ¿o incluso meses? Es decir, que aquí trabajo hay poco pero hay mucho tiempo de espera. Paciencia tenemos así que toca experimentación pura y dura.
He recurrido al libro Artisan Vegan Cheese de Miyoko Schinner como método de trabajo y busco por internet en búsqueda de información adicional para entender el proceso.
INGREDIENTES para un quesito
- 1,5 tazas de anacardos remojados durante 3 horas (se recomienda entre 5-8 horas de remojo)
- 120 ml de rejuvelac sin gluten (elaborado con trigo sarraceno en grano)
- 1 cucharada de aceite de coco (Naturgreen)
- pizca de sal
- un puñadito de cebollino fresco picado
ELABORACIÓN
Lo primero y muy importante es conseguir triturar los anacardos hasta obtener un puré muy fino. Yo trabajo con la thermomix y se trituran bastante bien. Tambien podéis emplear una batidora potente.
Introducimos los anacardos y parte del rejuvelac y vamos triturando a velocidad máxima, parando la máquina y bajando el puré de las paredes del vaso. Continuamos añadiendo el rejuvelac hasta obtener un puré muy fino y procediendo de la misma forma. Por último incorporamos el aceite de coco. Me costó triturar los anacardos porque es poca cantidad para la thermomix y se me quedaba pegado en las paredes de todas, todas. Para la próxima receta duplicaré cantidades porque trabaja mejor con mayor cantidad. Y así tendremos dos quesos o tres, ...
Mezclamos con el cebollino, añadimos sal (poca mejor que mucha porque se va a concentrar mucho el sabor) y dejamos 1 día entero en un recipiente tapado a temperatura ambiente (24º C). Al día siguiente se ven burbujas y si lo probáis sabe como un queso fresco de untar. Te lo puedes comer así tal cual. Está buenísimo. Pero claro, estamos hablando de hacer queso....
Al día siguiente cubrí un pequeño recipiente de cristal con una gasa de algodón grande de las de curar heridas de unos 25x25 cm (nos vale una tela fina de algodón o un trozo de tela de cortina) e introduje la mezcla en él. Presioné un poco y lo introduje en la nevera tapado con los bordes de la gasa. No tapé el recipiente. Así lo tuve dos días mientras le daba vuelta con mucho cuidado y lo volvía a introducir en el recipiente de cristal. También podemos utilizar moldes que tengamos por casa, aros de emplatar, etc.
A partir del tercer día lo saqué a una esterilla plástica aún con la gasa y lo dejé otros dos días. Me daba miedo quitársela porque lo veía aún muy blandito y me daba miedo que se me rompiera. Al quinto día ya le quité la gasa. A partir de este momento lo que he ido haciendo hasta completar dos semanas es darle una vuelta por la mañana y otra por la tarde-noche. Y ya está, ya tenemos nuestro quesito semi-blando rico, rico.
Tengo que seguir probando opciones, pero ya os adelanto que esta experiencia promete y mucho.
Hay que probar con la chufamix en vez de la thermomix a ver como sale
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