Hogaza sin gluten de sarraceno y arroz (86% harinas y 14% almidones)
¿Os he dicho ya que hay panes sin gluten hechos en mi "obrador casero" que son mejores que algunos panes glutánicos que se venden por ahí? ¿Y que en este I+D de mi periodo postdoctoral voy mejorando por momentos? Ja, ja, ja.
Estoy contenta porque, desde que comencé a finales del año pasado con mis panes sin gluten sólo he necesitado semillas de chía o lino y las cáscaras de psyllium sin más aditivos. Los resultados que voy consiguiendo son muy buenos en cuanto a la densidad de los panes y a la apertura de los alvéolos de la miga.
Cuando inicié mi andadura #singluten estos eran mis objetivos, conseguir un pan rico, sano y más ligero que mis mazacotillos iniciales y doy fe que lo estoy consiguiendo.
Ésta es una receta muy facilita y que tenéis que probar. Os va a encantar.
INGREDIENTES
- 100 g harina de arroz integral (Bauckhof).
- 200 g harina de trigo sarraceno (Bauckhof)
- 25 g almidón de patata (Santiveri)
- 25 g almidón dulce de yuca (Yoki)
- 10 g cáscaras de psyllium molidas (de la marca Sat Isabgol)
- 5 g de semillas de chía molidas (Naturgreen)
- 5 g levadura fresca (Levital)
- 7 g sal
- 350 agua
- 2 cucharadas de aceite
- 1 cucharada de vinagre
- 1 cucharadita de miel
ELABORACIÓN
Amasado (mezclado): Todos los ingredientes en la cubeta del robot amasador con la pala amasadora (en forma de "K") durante 10 minutos a velocidad 3-4. Si amasáis a mano podéis alternar ciclos de amasado/mezclado y reposo para que no os cueste tanto.
Primera fermentación: Una hora a temperatura ambiente y toda la noche en nevera en un recipiente hermético de plástico tapado. Mirad qué pinta tras haber fermentado toda la noche en frío :-D
Aspecto de la masa en el recipiente donde ha hecho la primera fermentación (vista lateral) |
Formado: En una encimera ligeramente enharinada con harina de arroz. Formado suave intentando no desgasificar demasiado. Colocamos la hogaza en un banetón enharinado y lo tapamos con un gorro de ducha.
Segunda fermentación: A temperatura ambiente (20º C) durante casi dos horas tapada con un gorro de ducha. En las fotos el aspecto que tenía la masa momentos previos antes de hornearla.
Horneado: Precalentamos el horno a temperatura máxima (240-250º C).
Los primeros 10 minutos con calor sólo desde abajo y vapor.
Después, otros 45 minutos con calor arriba y abajo sin vapor a 210-200º C.
Los últimos 5 minutos con el horno apagado y puerta entreabierta.
Enfriamos completamente sobre rejilla.
VALOR NUTRICIONAL por rebanada de 28 gramos
- Energía: 54 kcal
- Hidratos de carbono totales: 10 g (1 ración de HC), de los cuales:
- Azúcares sencillos: 0,5 g
- Fibra: 1,5 g
- Lípidos totales: 1 g
- Colesterol: 0 g
- Proteínas: 1,3 g
- Minerales: Aportes interesantes de manganeso (15 % de las necesidades diarias) y magnesio (6%). Contenidos bajos en hierro, zinc, cobre y potasio (2% necesidades diarias).
- Vitaminas: Cantidades bajas de vitamina B6, niacina y tiamina (3%).
El aporte proteico de este pan es interesante no tanto por el contenido total en proteínas sino por el perfil de aminoácidos del mismo. Al contener trigo sarraceno, que es un pseudocereal que se caracteriza por tener todos los aminoácidos esenciales, estamos aportando una proteína completa de muy buena calidad.
Por rebanada de 28 gramos aporta 1,5 gramos de fibra y una ración de hidratos de carbono sin prácticamente azúcares ni grasas. En mi opinión este pan en un gran aliado en nuestra dieta porque si tenemos en cuenta que comemos más de una sola rebanada de pan al día, todo el beneficio nutricional se va a ver multiplicado por el número de rebanadas que consumamos. Y esto tiene áun más importancia en cuanto a su aporte mineral y de vitaminas, el cual se multiplicaría por tantas rebanadas comamos cada día.
Yo sigo defendiendo el papel del pan de buena calidad como aliado para mejorar nuestra alimentación cada día. Ya lo sabéis. Ahí queda eso.
#SINsepuede
¡Fantástico! El tiempo es el secreto para hacer un buen pan.
ResponderEliminarHola Lourdes,
Eliminargracias. Ha sido un gran pan y mi idea es ver si podríamos conseguir reducir la cantidad de agua total de la receta. Y tienes mucha razón, con el tiempo y la nevera para retrasar la fermentación se consiguen grandes cosas. Un inventazo eso de la nevera :-D
Un beso
¡Qué bien! Otra receta que hay que probar. Muchas gracias Teba.
ResponderEliminarDespués de mis dudas de la semana pasada (sobre la masa madre de avena), he de decir que el fin de semana probé un par de recetas (50% de harinas y la de 60%) y ambas salieron estupendas, con verdadero aspecto y sabor a pan, tan distinto del comprado, así que gracias una vez más por todas estas maravillosas recetas.
Abuso un poco más de tu paciencia para preguntarte un par de dudas que me surgieron:
1. ¿Cuál es la razón de combinar psyllium y goma xantana? ¿podría usarse sólo una?
2. La única peguilla que le pongo ahora (para que sean perfectos) es que no suben mucho. ¿Sería contraproducente incrementar la cantidad de levadura?
Por cierto, probé tu consejo de añadir lecitina y definitivamente queda mejor.
Un abrazo
Hola Cristina,
Eliminarotra más y espero que no sea la última. Y me alegra un montón que hayas podido hacer dos recetas de este blog y que estés contenta con el resultado. Me llena de orgullo de "coach" panarra, ahora que está tan de moda lo del coaching ;-)
Sobre tus dudas:
1. Puedes combinar o no psyllium y goma xantana o usar únicamente uno de ellos. El psyllium es el "esponja" y absorbe y retiene agua y parece que la xantana es la responsable de la elasticidad. Y efectivamente puedes usar una sola de ellas. Es cuestión de ir probando y te recomiendo comenzar por el 2% de la cantidad de psyllium o xantana sobre el total de harinas. Para 500 g de harinas/almidones multiplicaríamos por 0,02 y así nos calcula ese 2% del que yo te hablo, es decir 10 g de psyllium o xantana. Va a depender de la hidratación que esa cantidad sea suficiente para "sujetar" la masa.
2. No suben mucho estos panes, no como los panes de trigo, por poner un ejemplo. Hay quien pone más levadura, pero no sé decirte. La levadura es la responsable de la fermentación y es cuestión de tiempo que vaya dando volumen. Poniendo más levadura acortarías el tiempo de fermentación, pero no sé si te ayudaría a subir el volumen.
Y el consejo de la lecitina ¿Seguro que te lo di yo? Je, je, je. Es que yo he usado poca lecitina en mis recetas ;-) Parece que hace que las cortezas sean menos duras. Yo la tengo, pero no la uso (se me olvida siempre). Pero si te ha ido bien, mejor que mejor. Me alegro mucho.
Un abrazo y hasta la próxima.